lunes, 31 de agosto de 2015

II SEMINARIO EUROPEO DE LAS ESCUELAS SAN ANDRES EN POLONIA

Acabamos de vivir el II Seminario Europeo en Stryszawa, Polonia, del 20 al 23 de agosto.

Asistieron 180 participantes, casi todos directores de Escuelas de Evangelización San Andrés, de 10 países, 45 son sacerdotes. Además tuvimos la presencia de 5 Directores de Oficinas Nacionales de EESA: Sofía Agazzi de Italia, P. Krzysztof Czerwionka de Polonia, Gyuris Gellért de Hungría, Samaj Lásló de Rumania, Ángela Chineze de Brasil y José H. Prado, como Director Internacional.


Damos las gracias especialmente a cada Director Nacional por su presencia, actitud y colaboración en este evento que trascendió todas nuestras expectativas.
Estuvo también con nosotros el Obispo Auxiliar de Cracovia, Mons Rys, quien celebró la Eucaristía de apertura.
TEMA: Las curaciones del ciego de Siloé.

Tomando como ejemplo al ciego de Siloé que tiene un encuentro con Jesús antes de su curación y otro después (cf. Jn 9), motivamos a los dirigentes, evangelizadores y directores de centros de pastoral que ya han tenido un primer encuentro personal con Jesús, pero que se han enfriado, perdido el primer amor, caído en el activismo o la rutina, para que se abran a tener un segundo encuentro personal con Jesús.

Tal vez no hay necesidad más grande para quienes trabajamos en la viña del Señor, que renovar nuestra misión con un nuevo y más profundo encuentro personal con el Viñador.
No se puede perseverar en la viña, ni menos dar fruto abundante, sin renovar nuestro llamado mediante un segundo encuentro personal con Jesús, el Viñador.

miércoles, 26 de agosto de 2015

SIN DUDA QUE EL SEÑOR SUPERA LO QUE NOSOTROS PODAMOS PENSAR O PEDIR. GRACIAS SEÑOR.

Mi experiencia en la audiencia con Su Santidad el Papa Francisco:

Una gran emoción me embargaba cuando nos encontrábamos en la antesala de la biblioteca esperando el momento de entrar para saludar al Papa. Meses atrás, Pepe Prado, Sofía Agazzi y yo habíamos estado en la Sala Clementina para una audiencia con él por la conferencia de los movimientos eclesiales y nuevas comunidades y recuerdo que primero entramos a la sala, nos distribuyeron en la sillas previamente acomodadas y después de un tiempo Su Santidad entro por una de las puertas laterales; éramos alrededor de 120 personas.
Ahora solo estábamos los miembros del consejo internacional de las Escuelas de Evangelización San Andrés, es decir un pequeño grupo listo para ser recibido por el Papa Francisco. Enorme fue mi sorpresa cuando al cruzar el umbral de la puerta que introduce a la biblioteca donde fuimos recibidos, el Papa ya estaba esperándonos para darnos la bienvenida. Pepe me introdujo diciendo “José Luis Romero, Director Nacional de los Estados Unidos”.


Al saludarlo le expresé mi alegría por tener la oportunidad de saludarle, él me sonrió y mirándome directamente a los ojos, me transmitió su sencillez, afecto y calidez; al mismo tiempo que experimentaba como si le conociera y me conociera de siempre. Llevaba conmigo el personaje de Andrés y de pronto le miro con curiosidad y pregunto ─ ¿Qué es eso? Le respondí: es Andrés y Pepe le explicaba los signos de la red y telescopio que lleva en sus manos. Su sonrisa se agrandó mostrando su agrado por la pequeña figurita que le obsequiaba mientras que le decía que mi esposa con mucho cariño lo había hecho especialmente para él.


Antes de que me asignaran donde debía de sentarme le dije: “Su Santidad, estamos en la misma barca y no pienso bajarme de ella”. Apretó mi mano, me sonrió y fui a mi lugar asignado.
Me sorprendió que ningún elemento de seguridad, sediario pontificio o monseñor se quedara en la reunión. Éramos sólo el Papa y nosotros.

Con la sencillez que lo caracteriza nos dijo: ¿Quieren preguntar algo? ¿Qué quieren que les diga?
Un día antes habíamos ensayado la presentación de la escuela y Pepe comenzó entonces a hacerla poniéndose de pie y Su Santidad le dice: “sentadito, sentadito; y mirándonos nos dice, si quieren pueden sentarse aquí en el suelo y señalando el piso haciendo un semicírculo nos indicaba donde hacerlo. Ahora creo que hubiera sido buena idea seguir su invitación y sentarnos a su alrededor en el piso, podría asegurar que él mismo se hubiera sentado con nosotros.


Cuando terminó la presentación, el Papa nos compartió una pequeña catequesis sobre las actitudes básicas en la vida de todo cristiano: “camino, servicio y gratuidad”: “camino como un envío para anunciar”, del “servicio” porque “la vida del cristiano no es para sí mismo, es para los otros, como ha sido la vida de Jesús”. Y la “gratuidad” ya que “nuestra esperanza está en Jesucristo que nos envía así una esperanza que no decepciona nunca”.

Nos dijo que conocía de la escuela desde Glew en Argentina y que la parecía muy interesante y buena la forma en la que trabajamos. Recordó el pasaje del libro de los Hechos de los Apóstoles en el que la sirvienta Rosa le cierra la puerta a Pedro y nos pidió que nosotros no le cerráramos la puerta a Pedro.
Con un dejo de tristeza y dolor dijo: “Tengo una lista; -y lo digo con caridad además de que está ya publicado-, de las cantidades de dinero que las diócesis de los Estados Unidos han pagado y aún deben de pagar por los casos de pedofilia. Cuando el ministerio se centra en buscar las cosas para sí y no para no servir a los otros; cuando la esperanza está en las riquezas o en las pequeñas seguridades mundanas, todo esto colapsa. El Señor mismo lo hace colapsar”.

También compartió que cuando un sacerdote busca a su Obispo es porque sin duda alguna necesita algo y que triste cuando se topa con una secretaria como Rosa la sirvienta de las escrituras que no abre la puerta y en su lugar dice cosas como “si se le está quemando la parroquia llame a los bomberos”. Revisaré la agenda y le informaré cuando. ¿Le parece bien en seis meses?

Nos dijo que entendía que en algunas ocasiones por la cantidad de trabajo que como obispos se tiene, no es posible atender de inmediato a quien te busca. Cuando estas situaciones se le presentan a él, si en el momento no lo puede atender, no dejaba que pasara un día sin al menos comunicarse vía telefónica con el sacerdote que le estaba solicitando una entrevista.


De esta manera tan sencilla y confiada nos participaba de sus propias experiencias. Minutos después le entregamos unos regalos significativos de San Andrés entre los cuales me correspondió a mí darle el libro de los “Nuevos Evangelizadores para la Nueva Evangelización” y al tiempo de la entrega le decía: “Pareciera que muchas de las páginas de este libro, fueron escritas por usted Santo Padre”.

Finalmente él nos entregó un presente que atesoro profundamente sabiendo que ha sido por la gracia del Señor que tuvimos esta gran oportunidad de compartir un tiempo maravilloso con Su Santidad.

Nuevamente me sorprendió cuando se dirigió a la puerta a despedirnos uno a uno dándonos la mano.
Concluyo guardando en mi corazón esta experiencia que sin duda será imborrable y ha sido única.

miércoles, 12 de agosto de 2015

FIESTA DE COMUNIÓN Y SANACIÓN EN EL SEMINARIO NACIONAL EESA MÉXICO 2015


Con mucha alegría compartimos con ustedes que se llevaron a cabo los siguientes eventos que marcarán la historia de las EESA en México: IV Seminario, III Asamblea de Responsables y Asistentes Eclesiásticos  y la II Asamblea de Consejeros Nacionales.



1.- IV Seminario Nacional: Curso Siloé – Sanación Integral de los Evangelizadores. Experiencia llena de bendición impartida por nuestro Director Internacional José H. Prado y en la que Dios nos regaló de nuevo tener contacto con su amor y misericordia, hasta llevarnos a proclamar “Yo valgo la Sangre de Cristo”, “Mi familia vale la sangre de Cristo” y “Mi ministerio vale la sangre de Cristo” en un clima maravilloso de oración y recepción de los Sacramentos de curación, la reconciliación y la unción de los enfermos. Gracias Jesús por recordarnos que somos hijos y amigos antes que evangelizadores.



2.- III Asamblea de Responsables y Asistentes Eclesiásticos. En un clima de mucha participación, también se llevó a cabo la Asamblea en la que los puntos a tratar entre otros, fue la revisión de los acuerdos de las asambleas 2007 y 2013 y la ratificación de los mismos. Se debatió al respecto de la estructura de la Oficina Nacional, el logotipo, las Escuelas juveniles y diocesanas, el carisma, la espiritualidad y la mentalidad San Andrés, los procesos de vinculación, certificación por niveles, acreditación de los participantes y la credencialización de los equipos de servicio, las visitas anuales de la Oficina Nacional para hacer diagnósticos y los documentos oficiales de la EESA. Por último el debate se realizó en función de la revitalización de la parroquia y las EESA. En fin, fue un arduo trabajo y muchos compromisos, pero todo en vistas a lograr tener un Proyecto con el que evangelicemos más y mejor.



3.- II Asamblea Ordinaria del Consejo Nacional: con la presencia de nuestros Consejeros Nacionales : Ivonne Calderón de Ecatepec, Martina y Rafael Solís, de Saltillo Coha. P. Luis Carlos Borbón de Sonora, Salvador Ríos de Oaxaca, Juan Javier Amezquita de Guanajuato, Joaquín Gaxiola de Sinaloa, Andrés Rueda de Tabasco, Liborio Hernández, Fernando Serrano y Dexter Alejandro de la Oficina Nacional,  el día 19 de Julio a las 9:00 de la mañana y hasta las 19:00 hrs. Se llevó a cabo nuestra Asamblea de Consejeros en la que trabajamos sobre la Logística Nacional. El resultado fue muy bueno ya que esperamos que para 2016 estrenemos este documento que regirá los pasos de las EESA Locales y de la Oficina Nacional para encaminarnos cada día más hacia “Florencia”.


183 participantes dieron vida a estos eventos. 20 Sacerdotes, 4 religiosas y todos los laicos que representaban a 66 Escuelas de la república Mexicana. Así como de 16 provincias eclesiásticas de las 18 que hay en país y 60 diócesis de las 91 que existen hasta el día de hoy.


Resumiendo la experiencia del compartir con los hermanos y hermanas ha sido muy edificante y creemos que será definitorio en el proceso de organización y consolidación del proyecto en nuestro amado México.



Gracias a todo el Equipo Nacional, a los Consejeros Nacionales, al equipo de la EESA Permanente y a todos los amigos, hermanos y familiares que participaron de manera directa o indirecta para la realización de esta obra.

¡Dios les bendiga!

Para Gloria de Dios

Dexter Alejandro Reyes

Director EESA - México

viernes, 7 de agosto de 2015

ENCUENTRO INOLVIDABLE


Hace unos meses, escuché hablar de un proyecto de encuentro de las Escuelas de Evangelización San Andrés con el Papa Francisco. Mi curiosidad despertó, y a medida que se precisaban los detalles, supe que habría una audiencia privada con el Papa. En este momento, dos preguntas rondaban en mi cabeza: ¿haría parte de los participantes de este encuentro y, si iba a Roma, encontraría al Papa? Mi lógica me hablaba pero también el corazón y, animada por las personas que me rodean – a pesar de unas dudas –, me lancé en esta loca aventura de participar en esta audiencia privada en el Vaticano para los miembros del Consejo Internacional del las Escuelas de Evangelización San Andrés.
¡Qué suerte increíble! Imagínense, ¡una audiencia privada con el Santo Padre! Pero debo ante todo organizar las cosas: pedir los permisos en el trabajo, organizar el viaje, boletos de avión, alojamiento y todo. El tiempo pasa rápido y no podré quedarme más de una semana, del 8 al 13 de junio. ¡Roma, aquí me tienes! Y en medio de todo, la información que cada EESA debía recolectar. José “Pepe” Prado Flores, fundador y director internacional de las Escuelas de Evangelización San Andrés, ha deseado y planificado desde hace mucho tiempo este encuentro. El mismo invitó a responsables nacionales a vivir esta experiencia.
Tendría un poco de tiempo libre para visitar, orar, vivir unos encuentros. Roma es una ciudad fascinante, tantas cosas para ver, visitar, lugares para descubrir. Pero el deber llama: el miércoles tendríamos una reunión de los miembros de la EESA presentes en Roma. Era un tiempo de preparación para la audiencia, pero más que todo, un momento de compartir de nuestras diferentes realidades. Nuestro grupo cuenta con gente de África, Argentina, Brasil, Canadá, Estados Unidos, Hungría, Italia, México y Ucrania. Venimos de diferentes lugares, de realidades muy diversas, pero a través de todo se siente una fraternidad y una unidad porque somos de la misma Escuela. ¡Somos todos Escuela de Evangelización San Andrés!
¡El gran día llegó, jueves, día de audiencia! El grupo se encuentra a las 10 porque debemos presentarnos a la seguridad. Una larga espera de más de una hora, esperando, temerosos, pero también intercambiando como si fuéramos familia. Un ambiente de gran amistad nos une. Y llega el momento, entramos en el palacio pontifical, con unas grandes gradas por subir, salas por atravesar. Un tiempo de oración está previsto en la sala de espera, pero no será así. Nuestra espera es demasiado corta, unos cinco minutos apenas, y las puertas se abren. Tengo el corazón que late fuerte; ya es una realidad, ¡es el momento! La gente se apresura para entrar, yo detrás, apreciando este momento en el cual me acerco lentamente hacia el Papa. Ya es mi turno; Pepe me presenta, digo unas palabras a nuestro Papa Francisco, estoy conmovida hasta el fondo del alma. Me da la mano, me da la bienvenida con una sonrisa bellísima… ¡uff! Todavía trastornada, me dirijo a la biblioteca; seré una de las últimas, eso quiere decir a 7 o 8 sillas del Papa. Me siento muy cercana. Quisiera mirarlo, vivir este momento con tranquilidad. ¡Impresionante! Está vestido sobriamente, escucha atentamente… no me bastan mis dos ojos para ver todo ni mis dos oídos para captar todo. En la biblioteca, quedaremos solos nuestro grupo de 19 personas con el Papa Francisco. Nos sentimos en familia, un espíritu de fraternidad reina y después de una presentación oficial dirigida por Pepe, vienen las palabras del Papa.
El Papa empieza a partir de lo que hemos compartido, sin texto escrito, espontáneamente. Nos habla sencillamente, como a cercanos, pero eso no le impide ser muy interpelante y contundente. Nos dice: “¡Evangelizar es una locura!” Nos invita a ponernos en camino, a dar gratuitamente lo que hemos recibido gratuitamente y a servir. Un llamado a la superación y a la capacidad de abrirse a la gracia. Lo que más me impactó fue cuando dijo: “Evangelizar es exigente, pero más difícil aún es decir “sí” a las sorpresas de Dios.” Es una invitación a ser capaz de acoger lo que nos desestabiliza cuando difiere de mis propios proyectos y planes. Dios es generoso y ¡se debe decir “sí”!


Es un momento difícil de describir, pasa tan rápido, pero es tan pleno al mismo tiempo. Después, será el momento de entregar regalos por las personas designadas. Miro la fila y ya entregué mi lata de miel de arce al entrar… No puedo creer que no le daré nuevamente la mano también. Me acerco, y justo delante de mí, está Angela de Brasil. Entregando su regalo, pide al papa el permiso de darle un abrazo. La respuesta positiva de él será el impulso que me dará la audacia de ponerme en fila con todos. Frente al Papa, le digo: “No tengo regalo, pero quiero saludarle en nombre de toda la gente de Canadá que lo ama mucho. Puedo darle el abrazo?” –“¡Con mucho gusto!” me responde espontáneamente y con la sonrisa. Y he aquí que abrazo a nuestro buen Papa Francisco. ¡Es increíble! El encuentro sigue con el Papa que entrega a cada uno un rosario y antes de despedirnos, saludará cada uno. Qué difícil describir todas las emociones que viví.
Casi no puedo creer lo que acaba de pasar. Estamos conmovidos, emocionados, profundamente tocados. La audiencia duró más de 35 minutos. ¡Saludamos al Papa 4 veces! En mi corazón surge una sola palabra: “¡wow!” Terminamos el día con un almuerzo. Todo el mundo habla al mismo tiempo. Un viento de alegría y acción de gracias sopla sobre nosotros… ¡Tanto que pierdo el apetito! A pesar de las súplicas de Ada, una de las responsables de Italia, que me invita a comer, no comeré todo… ¡ya estoy llena!
Doy gracias al Señor por esta experiencia increíble: un encuentro con el Santo Padre pero un encuentro de un grupo fraternal. ¡Un encuentro de colaboradores y amigos que comparten una misma misión! ¡Doy gracias por todos los que prepararon esta experiencia! ¡Gracias a Pepe, el fundador de las Escuelas de evangelización San Andrés!

¡Gracias, Señor!
¡Biscum!

Suzanne Guérard