Era un sueño muy acariciado. Difícil el proceso.¡POR FIN! ¡superó toda expectativa y sueño!
Para comenzar, al llegar a la Biblioteca, el Papa ya nos estaba esperando de pie, con una sonrisa y manos extendidas.
Yo iniciaba el desfile. Lo abracé y le presenté a cada uno de la Escuela de Evangelización San Andrés.
14 personas. Sala hermosa. Salieron todos, el maestro de ceremonias, Obispos, guardias....nos dejaron solitos con él. Nos sentamos muy cerca de él, yo el primero... ¡Ahh que privilegio!
Cuando comencé a hablar me puse de pie. Me dijo que me sentara.... que si quería me sentara en el suelo, como quisiera...
Pudimos presentarle en 7 minutos nuestra visión y misión.
Terminé diciendo que somos como el paralítico de la Puerta Hermosa que no se separaba de Pedro y que nosotros, Andrés, hermano de Pedro, no nos vamos a separar de Pedro.
Todos reíamos...
Él nos habló por 25 minutos, abriendo su corazón, contando anécdotas, historias de su pasado; el tema de la evangelización fue el centro, sostenido por el trípode de:
- salir
- anunciar-servir
- gratuidad.
No llevaba prisa.
Nos veía a todos y cada uno, especialmente a mí...
hizo alusión a dos de mis frases fuertes, mirándome a los ojos.
Nos hizo reír y llorar. Le regalamos un solideo blanco y luego él nos lo regaló a nosotros...es una gran signo.
Le dimos regalitos y él también a cada uno de nosotros.
Hizo bromas con Ángela Chineze sobre el fútbol de Brasil y Argentina...Ángel Robles le dijo cosas muy hermosas y Pepe Romero le regaló una imagen de San Andrés.
Pero Dios ha sido misericordioso.
Les comparto unas fotografías previas al gran momento, a la brevedad publicamos las de la Audiencia.
Pepe Prado
