martes, 23 de junio de 2015

LA AUDIENCIA, ASÍ LA VIVÍ


Expectantes pasamos los filtros de seguridad en las columnatas de Bernini, ya todo el grupo listo para entrar en el Palacio Apostólico. Accedimos por la puerta de bronce y cruzamos el patio de San Dámaso, (los guardias suizos, siempre muy amables) luego nos condujeron a través de diferentes estancias entre otras: La sala Clementina, sala del Consistorio.
En la penúltima sala de espera, sale una persona (obispo) y nos indica que el Papa Francisco nos recibirá dentro de 5 minutos... Esto rompe con lo que nosotros habíamos preparado... (llegaríamos antes a la sala, haríamos oración con la Palabra entronizada y luego esperaríamos a que el Papa llegara con nosotros... sin embargo fue el Papa quien ya nos estaba esperando en la entrada de la biblioteca del Palacio Apostolico. Nos abrieron la puerta y nos indicaron que podíamos pasar, primero entro Pepe Prado, enseguida el Padre Luis Alfonso, y yo detrás de él; ¡mi sorpresa!: Ahí estaba el Santo Padre, recibiendo a cada uno, Pepe hacia la presentación... cuando fue mi turno solo escuche que Pepe le dijo: es Angel de la Oficina Internacional... yo le salude, y sin soltarle la mano le dije: "Santo Padre, los más grandes en la Iglesia nos muestran que el más grande es Jesús; gracias Santo Padre por mostrarnos a Jesús".
Nos pasaron luego a la parte de enfrente de la biblioteca, había dispuesta una silla al frente y dos filas de sillas a los lados donde nos fuimos colocando. Al final el Santo Padre paso a ocupar su lugar, el fotógrafo tomo algunas fotos ya con el grupo y luego todos salieron de la sala dejándonos solos frente al Papa Francisco quien comenzó diciéndonos: "Quieren saber algo, preguntarme algo"... Pepe Prado tomo la palabra y le dijo: "queremos presentarle la Escuela", se puso de pie y el Papa le dijo: "sentado, puede estar sentado", luego nos dijo a todos: "si quieren pueden sentarse aquí, en el suelo". Pepe comenzó a buscar las hojas donde estaba la presentación y se le cayó un papel, el Papa dándose cuenta le dice: "parece que se le cayó algo" (por el además que el Papa hizo, llegue a pensar que él mismo levantaría el papel, pero Pepe Prado rápidamente se agacho para levantarlo).
Hicimos la presentación de acuerdo a lo que habíamos planificado (esa parte ya se publicó).
Al terminar, el Papa nos dirigió un mensaje:
Conozco de ustedes desde Glew, supe cómo trabajan y me pareció interesante. Ustedes han dicho que están con Pedro, que evangelizan a drogadictos, a desplazados, a sacerdotes... y a los obispos ¿quién?
Hay una tonta que menciona la biblia, cuando Pedro es liberado va a una casa, toca la puerta y le sale una chica que en lugar de abrirle la puerta... se la cierra,
Pedro está tocando para que le abran y ésta en lugar de abrir "cierra la puerta y corre"; ustedes no cierren la puerta... hay sacerdotes que piden una cita con su obispo y la secretaria le dice: ´déjeme ver la agenda..., y luego le dice: ¿le parece bien dentro de tres meses padre?, si el sacerdote necesita de su obispo (claro no es posible siempre atender pronto), pero una llamada sí que se le puede hacer a aquel sacerdote... tienen que oler a oveja y no a perfume francés... no sé si ustedes han estado en un lugar de ovejas... es una asquerosidad, no huele a perfume francés...
Me paso algo: siendo yo Arzobispo de Buenos Aires, en una parroquia no me dejaron celebrar una boda, porque no estaba pagado el segundo turno... entonces yo saque dinero de mi bolsa para pagar y poder celebrar... es preferible la tonta de la biblia que las secretarias parroquiales que cierran la puerta...
"Les digo esto porque se quienes son ustedes"
Luego prosiguió: Tres cosas les quiero compartir:
Caminar:
Servir: Anunciar
Gratuidad:
"Esto es lo que se me ha ocurrido decirles", ¿quieren preguntar algo?
Pepe Prado entonces dice: "Padre Luis Alfonso"...
El padre Luis Alfonso dice: "Queremos rezar por usted"...
El Papa contesta: "Si" (y se pone de pie, y nosotros también)
El padre Luis Alfonso hace la oración (que se publicara más adelante) en la que involucra diferentes momentos de la vida de Pedro actualizándola para el Santo Padre. Yo miraba al Papa como interiorizaba este momento y de cuando en cuando volteaba a mirar la hoja donde el padre Luis Alfonso tenia escrita la oración.
Terminamos la oración con el Padre nuestro y el papa nos dio la bendición.
Vinieron luego los regalos que le hicimos al Papa:
En mi turno: Santo Padre aquí esta la síntesis del Kerygma-Primer Anuncio que entregamos (Libro de Id y evangelizad a los bautizados). Santo Padre, le reitero lo que le dije al principio: Los más grandes de la Iglesia nos muestran que el
más grande es Jesús, gracias por mostrarnos a Jesús. Quiero pedirle que me permita darle un abrazo. El Papa me dijo: "Claro".
Luego de nuestros regalos, el Papa nos entrega un estuche con un rosario a cada uno de nosotros, mientras tanto nos van indicando acomodarnos para la foto de grupo.
Enseguida el Papa primero se dirige al final de la biblioteca (donde nos había recibido) para despedirnos con un saludo a cada uno de nosotros.
Ángel Robles
Oficina Internacional